martes, 13 de abril de 2010

Te quiero


No pudo más. Le dió un sonoro bofetón que lo dejó aturdido durante un instante.
- ¡Pero qué te has creído! ¡Yo sí que he sufrido, no te imaginas cuánto! ¡He pasado hambre y frío, he pasado miedo, he atravesado glaciares, montañas, desfiladeros, he estado a punto de morir! ¡Me he dejado los pies caminando detrás de ti! ¿Y te atreves a hablarme de dolor? ¿Qué sabes tú del dolor?
Y sin poder aguantar más echó a llorar.
- Pero.. ¿Por qué has hecho.. todo esto.. por mí? ¿Por qué has venido a buscarme?
- Porque te quiero, imbécil.

Carmen

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